jueves, 21 de mayo de 2009

CATEQULLA


En la cima del cerro se observa un muro circular de piedra, junto a un pavimento de piedra, también circular, pero sin muro delimitante, que nunca han sido excavados por un arqueólogo. Hay gente que opina que lo pavimentos de piedra son “noques” coloniales o republicanos, usados para aventar el trigo, lo cual no inmuta al arqueoastrónomo que, de paso, ha comprado el terreno del sitio para impulsar su proyecto. La clave del mismo es el descubrimiento de que el mencionado cerro tiene latitud 0º0’00’’, confirmada con un GPS. Se conoce que, por razones militares, el sistema de posicionamiento global tiene by default una desviación razonable que impide que, en tiempos de paz, un objetivo militar o civil pueda ser ubicado con precisión. Por lo tanto, es muy probable que el Catequilla no tenga en realidad la latitud 0 señalada por un GPS comercial. De todas maneras, este descubrimiento indicaría que el Catequilla es el punto exacto de la Tierra donde uno se pierde detrás de su sombra, asunto que intriga al descubridor, si se considera que nuestros antepasados habrían descubierto la posición ecuatorial cientos (o miles?) de años antes de que la moderna tecnología lo haya logrado con complicadas triangulaciones con satélites artificiales. Lo que Cobo parece ignorar es que, a lo largo de la línea equinoccial, hay cientos y miles de puntos exactos con latitud 0, y que ubicarlos no necesitaría ninguna ciencia arcana: solo habría que mirar al suelo para ver si uno proyecta o no su sombra.